El entrenamiento de la potencia muscular aumenta la capacidad del jugador de aplicar fuerza en un período breve. En este tipo de entrenamiento, la prioridad es la velocidad del movimiento; la fuerza queda en segundo plano. Esto se conoce como “dependiente de la velocidad”. El jugador debe tratar de maximizar la resistencia sin sacrificar la velocidad de la actividad o el ejercicio.

Este tipo de entrenamiento aumenta la cantidad de fibras musculares de contracción rápida que el jugador puede activar y usar. También trabaja el sistema nervioso, que activa una mayor cantidad de fibras musculares de contracción rápida a medida que aumenta la velocidad de contracción que exigen los ejercicios.

Esto es importante, por ejemplo, cuando se trabaja en la fuerza de las piernas y la capacidad de salto.

En comparación con el entrenamiento de la fuerza muscular, los jugadores necesitan períodos de descanso más largos entre cada serie de entrenamiento de la potencia muscular debido a que también se activa el sistema nervioso.

Para que el entrenamiento de la potencia muscular sea eficaz, los jugadores deben contar con un nivel de fuerza mínimo. Por ello, deben empezar con el entrenamiento de la fuerza muscular antes de pasar al de la potencia muscular.