El juego de espalda se usa para botar hacia dentro de la zona (de tres segundos) mientras la espalda del jugador se orienta a la canasta. Es más eficaz cuando el defensor tiene los pies demasiado lejos de modo que un paso de caída no funcionará. Al botar hacia dentro de la zona (de tres segundos), el poste intenta conseguir una posición en la que puede pasar al defensor o tirar.

Cuando postea, el poste:

Inclina levemente el cuerpo para que un hombro esté más cerca del defensor; esto genera espacio para proteger el balón.
Bota cerca de su cuerpo y entre los pies. Si el hombro derecho está más cerca del defensor, se debe botar con la mano izquierda (y viceversa).
Gira el “mentón al hombro” para poder ver a los defensores; la dirección del hombro más cercano al defensor es la dirección en la que debería mirar.
Mantiene la vista en el defensor del jugador del perímetro que esté a su lado de la cancha, ya que estos defensores por lo general ayudan a robar el balón.
Limita la cantidad de botes, cuantos más botes haga, más probable será que otro defensor venga a robar el balón.

Con frecuencia el poste hará un gancho cuando se haya acercado al balón. Debería intentar conseguir una posición en relación con los pies del defensor.

El poste también puede “sostener” el bote (rebotando el balón más alto y levantando los hombros como si parase) y luego atacar con un paso agresivo.

No se aconseja este movimiento a los jugadores de corta edad, ya que suelen botar con demasiada frecuencia y no tienen a la vista los defensores que vendrán a atacar el balón.